Y de repente...............DICIEMBRE





Y de repente… diciembre. De todos los meses que hay en el año, diciembre es el que más sorprende cuando llega. Las horas, los días y los meses pasan pero de repente llega diciembre y te paras a pensar. ¿Diciembre ya? ¿Cómo es posible?  

El último mes del año. El mes por excelencia en el que echamos la vista atrás y nos paramos a pensar en todo lo que ha sucedido… y en lo que no. Porque diciembre es el mes de la nostalgia, de reencuentros con familia y amigos, de hacer balance de lo vivido, de pararnos a pensar lo mucho que ha cambiado nuestra vida en un año… Es un mes bonito, muy frío pero a la vez muy cálido. Quizás sean por las luces de navidad o por los chocolates calientes. Llega Diciembre y mi cabeza empieza a pensar, mi corazón a sentir y mis dedos a escribir. Estoy más sensible que nunca. Quizás por eso siempre busco más veces que nunca esos besos navideños que solo una persona sabe darme. Son fechas de ponerte guapa, de recogerte el pelo, de desmelenarte, de estudiar, de sentarte a leer, de abrazar. 

Diciembre siempre tiene dos caras. Siempre es una de cal y otra de arena.  Pasado… y futuro. Pasado porque nos replanteamos todo lo vivido… la gente que ha estado a nuestro lado… la que sigue estando, y la que ya no lo está. Los momentos en los que creíamos que no podíamos más, y los momentos en los que creíamos poder comernos el mundo. Las fiestas hasta las tantas, pero también las noches de cena y conversación con amigas. Los enfados, pero también los abrazos de reconciliación. Los planes improvisados. Las miles de horas pasadas junto a las personas que forman tu vida. Eso, ni el gordo de la lotería es capaz de pagarlo. Y también las personas que nos enseñaron algo, aquellas que pasaron por nuestra vida por alguna razón, aunque hoy en día ya no estén. A ti, que aunque nunca fuimos nada, siempre hubo algo entre nosotros. A ti, gracias por hacerme sentir que era capaz de volver a sentir.

Y también está la cara B, la cara de la esperanza, de las ilusiones y de las alegrías, la cara del futuro. El futuro, donde depositamos todos nuestros sueños, donde el 1 de enero comenzamos a escribir otro capítulo de nuestra vida que esperamos que sea maravilloso. Donde todos los propósitos de año nuevo caben. El futuro que, esperamos, nos albergue momentos mágicos, nos depare gente y momentos nuevos, y también nos guarde a aquellas personas que tanto amamos.

Pero el futuro es incierto y puede cambiar en cualquier momento. Tal vez ese sea nuestro problema, que vivimos demasiado en el pasado y, a la vez, expectantes con el futuro. Tal vez debamos simplemente vivir el presente, disfrutar de todos los momentos y las oportunidades que la vida ofrece, y dejar que la vida nos sorprenda.

Así que mejor centrarnos en hoy, en este bonito y nostálgico mes, disfrutar de la compañía y de los pequeños momentos bajo las luces de Navidad. Y en enero, comenzar a escribir otras 365 páginas que formen el mejor libro de nuestra vida.  
            
Por todo   esto, solo puedo decir; Bienvenido sea Diciembre.

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